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La ronda de la cena: fomentando conversación

Las personas que han acudido a los talleres se han
familiarizado con el concepto “la ronda de las cenas”, una actividad que desde
hace años pusimos en práctica con Erik para mejorar tanto la conversación como
la atención compartida.

Comer en familia es algo que intentamos llevar a cabo
siempre. Al mediodía, Erik conmigo. A la noche, los tres.  Es el momento de contar las anécdotas, hacer
balances, planificar, consultar,  reírse….
Y en las cenas fue donde incorporé una actividad que convertimos en rutina:  «yo he hecho xxx, ¿y tú?”. De esta forma fuimos dando un modelo para la
expresividad de Erik.

Comenzamos con cosas muy
sencillas, en la que estaban presentes los intereses de Erik:

         
Hoy he visto un extintor en el vagón 8
del tren, ¿y tú?

         
Hoy he visto el extintor del
Kindergarten, ¿y tú?

         
En el supermercado he visto el extintor de la entrada

Poco a poco iremos “normalizando” sin tener que
incorporar intereses

         
He comido patatas fritas, ¿y tú?

         
He estado con mi amiga Lidia, ¿y tú?

E iremos ampliando los detalles, pero sin que sean
demasiados.

Una vez familiarizados con este ronda de descripción de
una actividad que terminamos con la pregunta  ¿y tú?, damos un paso más: cada miembro tendrá
su turno de palabra (se puede decidir tomando una tarjeta que regula el orden o
quien saque el número más alto en el dado). Al final de la intervención, los
demás harán preguntas. Podemos tener preparado un micrófono que será el “referente visual” de quién habla y cuándo
ha terminado.

Para facilitar, podemos dividir lo que contamos en tres
partes:  «por la mañana…por la tarde o después de comer…al
terminar el día….»… 

Al prinicipio nos hemos
limitado a describir, pero un paso muy importante será el añadir una parte
emocional, con sentimientos, gustos, necesidades:

         
Esta mañana
tenía una reunión importante, y me he puesto nervioso porque no llegaba el
autobús. Entonces…..

         
Al llegar al
cole ha pasado un avión muy ruidoso y me he tapado los oídos para no
escucharlo. Me molesta mucho

Como variante podemos
establecer también en la rutina: qué es lo que más he ha gustado, qué es lo que
menos me ha gustado.

En el blog Educaldía he encontrado curiosamente la
sugerencia de esta actividad, y me ha encantado cómo hablan de sus beneficios
que reproduzco aquí:

Beneficios
de esta actividad:

  • Facilita
    y da pautas de comunicación. Aporta destrezas para trabajar la escucha.
  • Aprenden
    a respetar su turno.
  • Desarrolla el lenguaje oral.
  • Potencia
    la empatía ( al escuchar cómo se siente cada uno), a valorar las
    actividades que desarrollan los demás.
  • Inculca
    valores como la tolerancia, la asertividad…
  • Nos
    permite expresar y entender lo que pensamos.
  • Nos
    ayuda a conocer qué hace cada miembro de la familia en su día a
    día). 
  • Nos conecta emocionalmente.
  • Ayuda
    a
    etiquetar,
    nombrar y entender las emociones.
  • Es
    una manera de resolver conflictos (se pueden expresar situaciones
    desgradables que se han dado entre hermanos y se puede tratar y buscar
    soluciones para que todos se sientan mejor).
  • Facilita
    la comprensión y ordenación del tiempo (trabajamos las secuencias
    temporales): primero, después, más tarde…
esto es un resumen de la entrada. Para leerla completa y descargar el material, puedes entrar en el blog. Se agradece tu visita siempre.

1 comentario en «La ronda de la cena: fomentando conversación»

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