Autonomía / LOS COMIENZOS / Sensorial

Los problemas de sueño en el autismo

El sueño es fundamental en el desarrollo del niño. Investigaciones
recientes señalan que entre el 50 y el 80% de los niños con autismo presentan
trastornos relacionados con el sueño, y ello afecta a la calidad de vida del
niño y de su familia. Hasta ahora no se ha podido definir con precisión la
causa de estas alteraciones. Cuando Erik era un bebé, prácticamente no durmió
durante los primeros 7 meses de vida, y hasta los 4 años sus sueños eran muy
intranquilos. Podéis imaginar lo duro que fue para todos, tenía que llevarlo en
brazos continuamente, permanecer a su lado de forma constante y aún dormido cambiaba de posición cada
minuto. Entonces no sabíamos sobre los desórdenes sensoriales u otros temas
relacionados con el autismo. Sí os puedo comentar que empezar con actividades
propioceptivas, vestibulares y tactiles, además de establecer rutinas y
practicar colecho durante años
fueron las soluciones. Con todo, en este artículo
voy a ir detallando estrategias.

Mejorar la calidad del sueño para mejorar la
calidad de vida
La falta de sueño nos vuelve
irritables. Por lo que su falta empeora nuestro estado
”, explica el doctor
Juan Antonio Madrid, catedrático de Fisiología y Especialista en Cronobiología
por la Universidad Pierre y Marie Curie de París. “Es necesario que se tenga
en cuenta este factor ya que si a una persona sin trastorno que no duerme bien
le puede producir algún tipo de alteración conductual, con los TEA ocurre lo
mismo
”, reitera Madrid. Según el experto, normalmente, “toda persona que
duerme mal, luego tiene un mal rendimiento. El sueño reparador limpia las
toxinas durante el día, por lo que mejorarlo, aunque solo sea un 10%, un 15%,
puede tener una repercusión muy positiva a lo largo de la vida
”.
Además, los niños con TEA
tienen una hiperrespuesta sensorial a los ruidos, a los estímulos, y suelen
padecer más ansiedad. Normalmente, los pequeños sin trastorno tienen unos
niveles de cortisol, hormona que se libera como respuesta al estrés, por la
mañana y esta va disminuyendo de forma paulatina hasta la noche. Pero en los
menores con TEA, estos niveles bajan menos, lo que les impide conciliar el
sueño con facilidad
”, explica el doctor Gonzalo Pin Arboledas, pediatra y
director médico de la unidad del sueño infantil en el Hospital Quirónsalud
Valencia.

Estrategias básicas

·        

  • Registro diario durante al menos dos semanas en el que se anotarán la
    hora en la que se le acuesta, comidas y bebidas que el niño toma hasta dos
    horas antes antes de acostarle, qué hizo en las dos últimas horas, las veces
    que se despierta en la noche, la hora en la que se despierta para levantarse,
    si duerme siesta (cuánto tiempo). Este registro ayudará a descartar o ver
    patrones comunes.
  • Prestar atención al ambiente en donde duerme
    el niño:
     
o   Un cuarto fresco, oscuro y silencioso (algunos puede que
necesiten una lamparita)
o   Eliminar ruidos y voces cuando el niño vaya a acostarse
(y esté dormido)
o   Una cama cómoda, sábanas que no le molesten en texturas o
colores u olores (algunos niños van a necesitar sábanas con peso según su
perfil sensorial)
o   Pijama que sea adecuado, mejor sin etiquetas. Para
algunos niños con desórdenes propioceptivos, prendas ajustadas ayudan. Prendas
sueltas y ligeras para los hipersensibles al tacto, por ejemplo. Consulta el perfil
sensorial con el Terapeuta ocupacional.
o   Comprobar si los almohadones son agradables para el niño
o   Averiguar que no haya elementos que le molesten, alteren
o descompensen (a Erik, por ejemplo, le molestaba el ruido que le llegaba desde
un radiador o podía quedarse fascinado mirando los rayos de luz entrando por
rendijas de cortinas)
o   Conocer objetos que puedan darle seguridad: sus peluches
u otros objetos. Niños con desórdenes sensoriales pueden beneficiarse de mantitas
de peso u otros elementos que proporcionen peso.
  • Crear la rutina de “ir a dormir”: ello reduce
    los niveles de estrés al hacerse predecible y saber qué se espera de ellos. A
    algunos niños les puede ayudar también acompañarlo con un horario visual co 4 ó
    5 pasos cortitos y sencillos:

  • Actividades tranquilas al menos 2 horas antes: Horas antes de ir a la cama, asegurarnos que el niño se
    encuentra en actividades relajantes: dibujar, música tranquila, leer un libro,
    yoga, plastilina, amasar, apretar u otras actividades propioceptivas.  Intenta evitar las tablets o dibujos animados
    muy movidos, así como juegos estimulantes que impliquen correr, saltar,
    cosquillas marchosas, etc.
     

  • Transición gradual: Asegurarnos que le vamos a dar al niño un tiempo para
    que «asimile» que es momento de ir a la cama. Es decir, no hacerlo de
    improviso, sino ir avisándole en el medio de su actividad favorita. Así el niño
    va haciéndose de la idea que se acerca el momento de ir a la cama. En el caso
    de que el niño no maneje el concepto del tiempo, podemos utilizar un timer o
    reloj de arena como ayuda. (consejo de Pedro Sánchez, de Red Sensorial)
  •  Suprimir las siestas a partir de cierta edad: A partir de los 3 ó 4 años se aconseja evitar los
    tiempos de sueño durante el día. Así puede llegar más cansado al momento de acostarse
    a la noche.
  •  Ejercicio físico debe mantenerse rutinas con actividades reguladoras y
    ejercicio físico. La terapia de integración sensorial y los deportes (natación,
    equitación, atletismo, escalada, montar en bici…) le van a ayudar. Paseos
    diarios al aire libre también son recomendables, sobre todo por lugares tranquilos
    como bosques.


  • Evitar alimentos y bebidas que lleven azúcar, grasas saturadas, glutamato…
  • Considerar los problemas de salud  que puedan
    afectar al sueño:  dolor (oídos, tripita,
    dientes…), gases, estreñimiento, reflujos…  Alergias, ronquidos, asma u otros problemas
    respiratorios.. Consulta con el pediatra siempre y no pruebes medicamentos sin supervisión
    médica.  

  • No dudes en practicar COLECHO con tu hijo si eso os va ayudar
    a dormir y a prevenir ansiedad y estrés. 

ALGUNOS MATERIALES DE AYUDA

 
 
esto es un resumen de la entrada. Para leerla completa y descargar el material, puedes entrar en el blog. Se agradece tu visita siempre.

3 comentarios en «Los problemas de sueño en el autismo»

  1. Es una publicación, muy positiva,clara,interesante.Te aclara todas las dudas. ..Que nuestro Señor, les de paciencia a los padres y familiares,para poder, acompañar y sacar de estos, niños lo mejor .

    Responder
  2. Gracias por la info… algo q ayudó mucho a mi niño a mejorar su sueño ha sido la dieta libre de gluten, leche soya, azúcar y preservantes… recomiendo mucho a las mamás sobre esa dieta y todo el conocimiento q se puede adquirir sobre este tema…. saludos

    Responder

Deja un comentario