
La pica es un comportamiento que consiste en ingerir objetos no comestibles de forma recurrente y puede presentarse en personas autistas debido a diversas razones: búsqueda sensorial, curiosidad, regulación emocional, entre otras. Este comportamiento puede generar preocupación, especialmente si representa un riesgo para la salud.
En este artículo exploraremos estrategias para comprender y trabajar la pica, teniendo en cuenta la importancia de identificar sus causas y diseñar intervenciones respetuosas y adaptadas a la persona.
1. Evaluar las causas de la pica
El primer paso para trabajar la pica es comprender su origen:
- Regulación sensorial: Algunas personas autistas buscan texturas o estímulos sensoriales específicos.
- Deficiencias nutricionales: La pica puede estar asociada con niveles bajos de hierro, zinc u otros nutrientes, por lo que es importante realizar una evaluación médica.
- Comportamiento comunicativo: En ocasiones, la pica es una forma de expresar necesidades no verbalizadas, como hambre, ansiedad o aburrimiento.
- Curiosidad o exploración: Este comportamiento también puede ser una forma de conocer el entorno, especialmente en niños pequeños.
2. Proporcionar alternativas sensoriales seguras
- Juguetes o herramientas específicas: Ofrece mordedores, alimentos con diferentes texturas o materiales sensoriales como gelatinas comestibles o cubos de hielo.
- Kit sensorial adaptado: Incluye elementos que satisfagan la necesidad de morder o explorar, como pelotas antiestrés o goma de mascar.
- Refuerzo positivo: Elogia cuando se utilicen estas alternativas en lugar de objetos peligrosos.
3. Modificar el entorno para prevenir riesgos
- Supervisión activa: Minimiza el acceso a objetos peligrosos o no comestibles.
- Entorno estructurado: Organiza el espacio colocando los objetos seguros al alcance y retirando aquellos que puedan representar un riesgo.
4. Fortalecer la comunicación
- Sistemas alternativos: Si la pica está relacionada con la dificultad para expresar necesidades, introduce herramientas como pictogramas, tableros de comunicación o palabras clave para expresar emociones, hambre o aburrimiento.
- Historias sociales: Utiliza historias visuales que expliquen qué objetos son comestibles y cuáles no.
5. Trabajar la regulación emocional
- Identificación de emociones: Ayuda a reconocer y manejar emociones que puedan desencadenar la pica, como ansiedad o frustración.
- Rutinas estructuradas: Una rutina predecible puede reducir el estrés o la sobrecarga emocional.
6. Técnicas de intervención específicas
- Refuerzo diferencial: Recompensa los comportamientos positivos y redirige de manera respetuosa cuando intente ingerir algo no adecuado.
- Modelado: Enseña a través de la imitación cómo interactuar con los objetos de forma segura (sostenerlos, explorarlos sin morderlos).
7. Trabajo en equipo
Si el comportamiento persiste o implica riesgos importantes, colabora con un equipo multidisciplinar que incluya médicos, terapeutas ocupacionales y especialistas en comportamiento. Una intervención conjunta puede ser clave para abordar la pica de manera efectiva.
Reflexión final
Trabajar la pica requiere un enfoque comprensivo, respetuoso y adaptado a las necesidades individuales. Comprender el origen del comportamiento y ofrecer alternativas seguras puede marcar la diferencia en la calidad de vida de la persona.
Referencias bibliográficas
- Dunn, W. (1999). The Sensory Profile: User’s Manual. Psychological Corporation.
- Prizant, B. M., Wetherby, A. M., Rubin, E., Laurent, A. C., & Rydell, P. J. (2006). The SCERTS Model: A Comprehensive Educational Approach for Children with Autism Spectrum Disorders. Paul H. Brookes Publishing.
- Bogdashina, O. (2003). Sensory Perceptual Issues in Autism and Asperger Syndrome: Different Sensory Experiences – Different Perceptual Worlds. Jessica Kingsley Publishers.
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5).