estimulación / LOS COMIENZOS

Estimulación positiva: motivación, elogios, recompensas y contratos

En esta entrada voy a recoger las claves Generales así como incorporar diferentes ejemplos. Nosotros somos
partidarios de la estimulación positiva. Por lo tanto, los elogios, la
motivación, fortalecer la autoestima y las recompensas siguen siendo de gran
importancia en nuestro día a día. Es importantísimo, por ello, conocer muy
bien:
– Qué le gusta (reforzador) –

-Qué
no le gusta
Qué
le interesa (reforzador y motivador)
Qué
le molesta (para evitar)
Cuando
comenzamos, cada pasito que trabajábamos con Erik iba de inmediato
“recompensado” con:
-Contacto
corporal (abrazo, tocarle suavemente, dependiendo de la persona)
-Elogio Verbal:
eres estupendo, qué bien lo haces, eres genial, muy bien
-Tangible: algo
de comer que le guste, un juego, disfrutar sus intereses
Y más adelante
con sistemas de puntos (economía de fichas, tableros de recompensas) y
contratos, como hacemos actualmente. Sin olvidarnos nunca de hacerle sentir
bien y elogiarle siempre.
Elogia a tu
hijo.
Siempre ofrece las
recompensas con elogios (primero elógialo y luego dale la recompensa). Así
motivarás a tu hijo para que vuelva a hacer la acción deseada. Habla con un
tono de voz agradable.  Elogia el
esfuerzo en vez del resultado. Esto incluye elogiar el que se haya esforzado
por lograr la meta. Para tu hijo con autismo  tiene más valor el que reconozcas su
persistencia y esfuerzo, y no el resultado. Recuerda que demostrar sinceridad y
placer con las conductas apropiadas de tu hijo aumenta la frecuencia de esas
conductas.
Establece un
sistema de recompensas.

Hay varias formas de hacer esto, pero los dos mejores sistemas de recompensas
son:
•Crea una tabla
de conductas en la cual la buena conducta se premie con una marca en la tabla.
Si el niño tiene suficientes marcas en ella, recibe una recompensa.
•El sistema de
recompensas con objetos es un sistema muy común que ya ha sido implementado. En
esencia, se recompensa la buena conducta con algún objeto (etiquetas adhesivas,
fichas, etc.). Estos objetos después se pueden canjear por recompensas.


Economía de
fichas.
Consiste en la
aplicación de un reforzador positivo mediante un sistema de puntos.   Este reforzador puede ser entregado al niño
a corto o mediano plazo

Aplicación efectiva de la Economía de fichas. La aplicación
efectiva de un programa de economía de fichas requiere dos fases: una fase de
implantación del sistema de fichas y una fase de desvanecimiento.
1. Fase de
implantación:
•Seleccionar los
reforzadores-objetivo, que se canjearán por las fichas obtenidas.
•Identificar las
conductas-objetivo del sujeto o del grupo, que van a ser reforzadas.
Gracias a Elizabeth Déniz
•Elegir el tipo
de fichas (puntos, estrellas, pegatinas) más apropiadas para cada grupo-niño/a:
en niños más pequeños las pegatinas y estrellas son reforzadores simbólicos muy
atractivos y motivantes, en cambio, con los niños mayores los vales canjeables
o los puntos tienen mayor poder de motivación y poder de atracción.
•Especificar las
condiciones de canje: nº de estímulos necesarios para conseguir el reforzador
objetivo. Es muy importante atender a la edad del niño a la hora de establecer
el cambio por el premio, cuando los niños son pequeños el número de estímulos
debe ser pequeño o medio, a medida que se van haciendo mayores, o en los niños
mayores el número de puntos para cambiar por el reforzador debe ser mayor.
•Elaborar un
registro para las fichas donde conste el número de fichas ganadas, canjeadas,
extraviadas y ahorradas. También en este caso hay que atender a las
características y la edad de los niños, cuando son pequeños el registro debe
ser grande (una cartulina), con colores y letras grandes. En cambio los niños
mayores, no es necesario que el registro sea tan colorido, pero sí es
imprescindible que esté muy bien explicado, bien ordenado y organizado.
2. Fase de
desvanecimiento:
Tras la
implantación del sistema de economía de fichas, se tiene que proceder a la
retirada gradual del sistema de fichas. Esto debe producirse, cuando las
conductas-objetivo que queríamos instaurar y fomentar se producen de manera
habitual y constante, a modo de hábito en el niño, es decir, ya forman parte
del abanico de conductas del grupo-niño/a.
Para conseguir
retirar y desvanecer la técnica se pueden aplicar diversas estrategias:
•Aumentar el tiempo
entre las entregas de fichas. Por ejemplo: en vez de entregar las fichas en el
momento, se entregan al final del día o al final de la semana. Es importante
hacer este cambio de manera paulatina, sin prolongar el tiempo en exceso,
especialmente si son niños pequeños.
•Incrementar el
criterio para la obtención de fichas. A partir de este momento, para conseguir
el reforzador objetivo hay que combinar dos conductas-objetivos. Por ejemplo:
para conseguir la ficha, ahora hay que completar una secuencia de tareas, que
antes se premiaban de manera independiente y ahora el premio se obtiene si se
realizan en una secuencia completa y correcta.
•Aumentar el
número de fichas necesario para ganar los reforzadores de apoyo. Por ejemplo:
para conseguir el objetivo ahora hay que conseguir más puntos o fichas que
antes.
Todos estos
cambios tienen que ser muy bien explicados al niño, para que no sean
rechazados.
Cuestiones
fundamentales de la técnica
Para que este
sistema sea realmente efectivo es importante atender a las siguientes
cuestiones:
1.Todo  pactados de antemano, de tal manera que el
niño/a tenga muy claro cuál es el modo de operar correcto y deseable y cuál
sería la manera incorrecta de operar.
2.Establecer los
objetivos en función del criterio de edad del niño y las características de la
meta: cuando los niños son muy pequeños o presentan una sintomatología muy
marcada, es recomendable establecer objetivos y metas a medio plazo (no
objetivos muy largos donde se requieran de una cantidad muy elevada de puntos
para intercambiar) e ir incrementando el tiempo de latencia a medida que van
haciéndose mayores.
3.Asegurarnos de
que entienden el sistema, que saben utilizarlo y que tiene unas normas claras y
establecidas . Una forma sencilla y muy práctica de saber si el niño ha
entendido la técnica es pedirle que nos lo explique y comprobar así que ha
comprendido la técnica.
Dale a tu hijo
recompensas sensoriales
.
A veces, estas son más difíciles de administrar que otro tipo de recompensas,
pero una buena recompensa es una que además promueve correctamente la actividad
sensorial. Las recompensas pueden ser:
•Visuales. Algo
que le guste ver al niño, por ejemplo, un libro, una fuente de agua, animales
(los peces son particularmente eficaces)… las Botellas sensoriales.
•Auditivas.
Música calmante, suave y relajante de instrumentos simples y suaves, como por
ejemplo el piano, o cantar una canción.
•Gustativas.
Estas recompensas incluyen otras cosas, no solo comidas. Incluye el poder
probar diferentes comidas que le gusten (un surtido de frutas dulces, algo
salado y cualquier variedad de algo que para tu hijo sea placentero).
•Olfativas. Haz
que tu hijo huela diferentes olores y los distinga, por ejemplo eucalipto,
lavanda, naranja o diferentes flores.
•Táctiles.  Cajas sensoriales, areneros, texturas.
 

Contratos
conductuales:
Preparar un
contrato, negociarlo y pactarlo es una estrategia muy efectiva conforme
nuestros campeones crecen. Vamos a ponernos con ello, y pronto espero subir
algunos ejemplos.
Homme, señala 10
reglas básicas:
1.La conducta
exigida debe ser sencilla, fácil y expuesta de manera comprensible, y la
recompensa debe ser inmediata (cuanto más pequeño sea el niño, menor y menos
simbólico debe ser el refuerzo).
2.La conducta
deseada no debe exigirse de manera inmediata, sino que debe dividirse en
pequeñas partes y debe trabajarse sobre cada una de ellas con un incremento
progresivo de exigencias.
3.Las recompensas
por cumplir el contrato deben ser muy frecuentes, aunque sean pequeñas. Además,
deben tener el valor de informar de los adecuado o no de la realización, y de
reforzarla. Puede pasarse progresivamente del refuerzo material al social (al
principio pueden aparearse).
4.El contrato
debe especificar las conductas por cuyo cumplimiento se recompensará y no
establecer contratos basados en categorías o vaguedades como “ser más
obediente”, o “estudiar más”.
5.Debe
recompensarse el comportamiento adecuado después de que éste ocurra, nunca
antes.
6.El contrato
debe ser razonable, es determinante que el niño lo acepte, lo que implica que
debe haber un cierto equilibrio entre la conducta exigida y los reforzadores.
Un contrato injusto para una de las partes, genera tensión y agresividad. Un
contrato impuesto, dificulta la autorregulación de las conductas por parte del
niño y, por tanto, la retirada del programa.
7.Los términos
del contrato deben estar claros: qué debe hacerse y cuántas veces.
8.El contrato
debe ser honesto. No basta con que los padres lo refuercen al principio. Debe
ser cumplido de manera constante y no descontinuarlo, alegando que el niño sólo
hace lo que debe hacer.
9.El contrato
debe ser positivo. Es importante que le produzca consecuencias positivas y no
una retirada del castigo: Tareas aprendidas se aparean a situaciones
agradables, favoreciéndose la motivación intrínseca.
10.Debe ser usado
de manera sistemática y no sólo en ocasiones o periodos de tiempo aislados.

esto es un resumen de la entrada. Para leerla completa y descargar el material, puedes entrar en el blog. Se agradece tu visita siempre.

5 comentarios en «Estimulación positiva: motivación, elogios, recompensas y contratos»

  1. Hola, antes de saber que mi hijo tenia autismo, era muy contrario a el sistema conductual de motivación por reconpensa y elogio evaluador. Se ya por experiencia que tal vez si sea necesario para ir obteniendo avances en el caso de tratarse de niños con TEA, pero conforme alcance cotas y objetivos,crece y va creando su peesonalidad, hasta que punto hay que seguir motivando de esta manera, donde quizas realice actividades por el mero hechk de la reconpensa y no por ansia de experimentar?
    Un saludo.

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  2. Hola muy interesante tu articulo, sin embargo tengo mi dudas, en tanto ya en lla actualidad se ha demostrado que el exceso de recompensas y valoración positiva del niño los puede volver sensibles al fracaso y no plantearse retos o mejoras, en tanto los padres les alimentan una idea de genialidad y perfección que va en contra de la realidad de cualquier ser humano. ASsi mismo trabajar siempre en torno a recompensas los acabada de hacer en su adolecencia personas que buscan la satisfacción inmediata y la espera de algo a cambio, dejando de lado la solidadridad desinteresada y el "sentido de entrega". gracias

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  3. Bajo mi punto de vista la valoración positiva no te hace sensible al fracaso. Otra cosa es fomentar en los niños expectativas que no son realistas. Sí elogias el esfuerzo más que los resultados, los niños aprenderán a esforzarse. Y si les enseñas que todo se aprende a partir cometer errores y que con la práctica va saliendo mejor, fomentas su resistencia al fracaso. Motivar y premiar siempre es bueno si se hace bien. Incluso los adultos rendimos mejor en nuestro trabajo cuando nos reconocen nuestro esfuerzo

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  4. Este articulo me parece muy interesante ya que trata un tema fundamental en el día a día tanto para la familia como para los maestros, pero creo que más para la familia. Trata principalmente como estimular las emociones de los niños, una de las cosas que mas marcan es que hay que darle recompensas sensoriales a los niños, como pueden ser visuales, auditivas, etc. Otra de las cosas que veo importante que menciona, es darle un contrato, con lo cual se le estimula para conseguir las cosas acordadas.

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